Como sucede con todo bien raíz, la rentabilidad y plusvalía de un terreno depende casi por completo de su ubicación, pues en función de ésta gozará de accesos, movilidad y servicios. Eso es lo que debes buscar a la hora de elegir la tierra que comprarás, además de tener muy claro qué harás con ella.
Dependiendo del uso que le vayas a dar (industrial, agrícola, comercial o habitacional), en un terreno también son importantes el estado, la composición, las dimensiones, la forma y el mantenimiento. En cualquier caso, hay reglamentación muy específica sobre las características que debe poseer el lote para responder a determinado uso.
Cómo comenzar la selección
Lo primero que debes buscar es que tenga acceso a agua potable y drenaje. Aunque en un entorno urbano es común que así sea, mientras más grande es la ciudad, mayor es la demanda de agua, pues ésta crece al ritmo de la población y los asentamientos humanos. En ambientes rurales o en poblaciones más pequeñas, como las zonas conurbadas, el problema principal es el acceso al agua, no la falta de ella. En tales casos es necesario buscar opciones donde la obra hidráulica ya esté en operación o al menos haya proyectos municipales en ese sentido. Otro servicio indispensable es la energía eléctrica.
Una vez resuelto el asunto de los servicios y definido el uso del suelo, el siguiente punto es que se ubique en una zona con perspectivas de plusvalía, es decir, que tenga equipamiento urbano, parques, áreas verdes, vialidades eficientes, terminales o paradas de transporte público local y servicios de comunicaciones como telefonía y TV por cable.
Verifica que no colinde con giros negros, como bares o antros, de negocios peligrosos, como gasolineras, o áreas riesgosas, como barrancas y arroyos.
Como calificar el terreno
Antes de comprar un lote o iniciar un proyecto debes:
- Verificar datos. Con apoyo de un técnico, corrobora la identificación y extensión del predio. Asegúrate que los límites reales coinciden con los que señalan las escrituras.
- Analizar el suelo. Esto te ayudará a planear los cimientos adecuados al tipo de suelo y a calcular el costo. También se necesitan pruebas de infiltración para diseñar apropiadamente los drenajes. Debes conocer la solidez y constitución de la tierra del terreno; no es igual construir en un terreno arcilloso, arenoso o rocoso de poca, mediana o gran consistencia. Cimientos sencillos a escasa profundidad aseguran la solidez y te evitarán el dolor de cabeza de que surjan agrietamientos o fisuras producidas por asentamientos de la vivienda. Checa la composición del suelo y del subsuelo y asegúrate de que no es una zona inundable.
- Elegir un terreno nivelado permite construcciones menos caras. Todo terreno plano y de buen suelo es aprovechable, pero un lote cuadrado o rectangular que no es ni demasiado largo ni demasiado angosto es preferible a uno que tiene una forma irregular, pues tendrías una habitación que termina en punta y espacios desperdiciados.
- Revisar la orientación. Si el terreno que te gustó no tiene la orientación ideal, al construir planea las habitaciones de manera que obtengas el clima que deseas en cada espacio. La dirección del viento también importa, para que no te traigan malos olores de algún basurero, rastros, industria contaminante del aire, canal o río de drenajes que puedan estar cerca.
- Decidir la ubicación. Si es el caso y según tus preferencias ver si se ubicará al principio, la mitad o el final de un fraccionamiento o desarrollo, cerca o lejos de prestaciones y amenidades, si será en esquina o un terreno intermedio, ya que el precio varía.
Toma en cuenta que la mejor ubicación para construir es en esquina; de ese modo el arquitecto contará con dos frentes para proyectar las ventilaciones y orientación de las habitaciones.
Ventajas de invertir en terrenos:
Las inversiones de terrenos suelen ser altamente redituables, más aún si tienes paciencia y sabes esperar para saber cuál es el mejor momento para vender. Se dice que la tasa de retorno de inversión de un terreno en una zona en crecimiento puede ser entre un 15% a un 20% anual.
La inversión inicial es baja, lo que provoca un bajo riesgo, baja liquidez, alto retorno de inversión, además puedes controlar el precio, requiere poco tiempo para su cuidado, fácil de mantener y de negociar.
El periodo de los resultados es corto, si deseas que tu inversión revalorice en un tiempo relativamente breve, ésta es una buena opción. Las inversiones de terrenos son una excelente alternativa para las personas que quieren diversificar su portafolio de inversiones sin asumir muchos riesgos y con poca inversión.
Además de las ventajas presentadas anteriormente hay que mencionar la facilidad con la que se pueden adquirir, siempre y cuando estés bien informado y asesorado por profesionales.
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