En una economía donde hay un porcentaje de las empresas que son pymes es necesario conocer claves para que el pequeño empresario viva más tranquilo con sus finanzas.

1. Cuenta Corriente: Se trata del producto financiero básico, y para contratarlo hay que fijarse, en la calidad del servicio del banco, las comisiones, si el banco ofrece servicios gratuitos asociados, si hay topes a las remuneraciones o si el banco remunera el saldo positivo.

2. Préstamos con garantía personal: Sirve para cubrir necesidades específicas, y en este caso en la selección se debe tener en cuenta el costo de la financiación, los gastos de apertura, el gasto financiero, los intereses inherentes a tener durante años una operación activa, y revisar si existen rebajas en el tipo de interés a cambio de cierta vinculación.

3. Línea de crédito: Una forma de asegurar la liquidez, con el análisis previo de los costos de financiación, los gastos de apertura, gastos de formalización y si el banco cobra una comisión por el salado del crédito no usado.

4. Banca electrónica: Agiliza multitud de trámites bancarios. Hay que analizar si es gratuito o no el servicio, cuántas operaciones se pueden hacer de forma remota, y si hay que tener en cuenta que algunos bancos no cobran por la cuenta, pero siempre y cuando se utilice la banca online.

5. Seguros: En este caso está referido a seguros que permitan cobrar una renta diaria por baja laboral o accidente de un autónomo, así como tener protegido el local de trabajo, la maquinaria, y los equipos electrónicos. Hay que fijarse en las coberturas, si tiene un servicio de asistencia rápido y ágil, los beneficios asociados al seguro y la prima de los mismos.

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